Hasta hace pocas horas, nuestro mundo era un lugar un poco mejor: Hace casi dos años que empezamos una relación con una persona muy especial a quien queremos desde el primer minuto, lo nuestro fue un auténtico flechazo. Ella nos ilumina y guia cuando más la necesitamos y la queremos con locura. Y como somos agradecidos, se lo demostramos y decimos a diario.
Podríamos decir que nuestra relación es idílica, o eso creíamos hasta que la nominaron para participar en el concurso de Miss España. Nos pusimos muy contentos, porque se lo merece y estamos orgullosos de ella, convencidos que deslumbrará a todo el mundo.
Ella, la más bella entre las bellas, la mas bella del baile, con la que todos quieren bailar y que nos eligió como pareja, ha hablado y no ha sido del agrado de todos:
– «Te gustaría cambiar de pareja, volver con quién tú ya conoces, todo y que hace un tiempo te dijo que pasaba de ti?» – Le preguntaron los amigos de su ex.
– » Me encantaría volver algún día». – Respondió ella.
El amor, ese sentimiento inquebrantable, que mueve montañas. El viejo, eterno e imposible amor platónico, aquel que casi nunca funciona, merodea a la reina del baile. O algo todavía peor, ese antiguo amor no ha llamado a su puerta, ha sido la más bella entre las bellas quién le ha recordado que todavía le quiere y que no le olvida.
Sus palabras han dolido, se nos ha roto el corazón, porque creíamos que nosotros éramos su nuevo, auténtico y único amor verdadero y no un mero pasatiempo. Pero no, la realidad no es esa.
Y es que, posiblemente, este redactor siente el futbol y especialmente a su/nuestro Espanyol como el futbol de antaño: Un amor verdadero y para toda la vida, y quien prueba el blanquiazul, no lo cambia por nada en el mundo, cae rendido a sus pies y deslumbrado de por vida.
Pero ese sentimiento no lo comparten la mayoría de jugadores, que entienden que ellos son empleados, y esto no es más que un trabajo y el rcde una empresa más, a la que dejarán de lado si la ocasión es propicia. Y no les culpo, lo comprendo e incluso creo que actúan como la mayoría de mortales harían, pero para algunos el futbol y especialmente nuestro rcde, continúa siendo algo más que un deporte y un club.
Y por ese motivo, pedimos un poco de respeto.
Considero que RDT ha sido sincero, pero se ha equivocado y que debería haber esquivado la pregunta, por respeto a la institución y a la afición, tan falta de referentes Y dejen que seamos felices en nuestra ignorancia donde creemos que somos únicos y especiales, porque con esta gran mentira, muchos pericos somos felices.