Imaginad un juicio en la que se admite como prueba principal un video con una calidad de imagen en la que no se pueden apreciar detalles de la identidad del acusado.
Imaginad que, sin embargo, existe la tecnología para aclarar esa imagen pero el juez no permite esa posibilidad porque sólo se fía de su propio criterio.
Imaginad que el acusado es un desgraciado con un historial de pequeñas condenas.
Imaginad que el acusado, disgustado porque el juez prohíbe mejorar la resolución de la prueba que le puede condenar, decide denunciar la parcialidad del tribunal.
Imaginad que con este quilombo el juez decide -a la luz de esa prueba borrosa, el historial y la predisposición belicosa del acusado- que es culpable y, en consecuencia, lo condena.
Lo llamaríamos prevaricación ¿no?
Y esto es lo que le ha sucedido al RCDE en los dos últimos partidos.
No sé cuándo el Comité Técnico de Árbitros -dependiente de la RFEF de Rubiales- decidió que el RCDE, además de dejarlo en indefensión, fuera condenado sin pruebas suficientes. Puede ser desde que Chen dimitió de sus funciones como presidente poniendo a su Maduro particular como CEO, o desde la impugnación por el caso Lewandoski o desde el Tamudazo.
Algunos dirán que el RCDE hizo méritos para bajar. Estoy de acuerdo. El RCDE, con la peor junta directiva de su historia -plagada de incompetentes que, con su comportamiento errático e ignorante, han destruido el club – ha hecho méritos para bajar.
Pero una cosa es hacer méritos y otra, muy distinta, es no permitir que el equipo pudiera competir para que, precisamente, fuera el propio juego quien decidiera si tenía que bajar o no.
Porque, incluso, el peor equipo del mundo con la peor directiva del mundo tiene derecho a poder competir.
Que le condene su propuesta de juego y no unas decisiones aleatorias por parte de los que, teóricamente, deberían impartir justicia.
Dicen que tenemos la mejor liga del mundo. Pero Tebas no quiso invertir en ese ojo de halcón -que ya tienen todas las grandes ligas europeas- que nos hubiera evitado la mentira de José Luis González González y Javier Iglesias Villanueva el día del gol fantasma de Griezman.
Pero lo de ayer fue lo más sangrante que se recuerda en un campo de fútbol. Gil Manzano tomando hasta tres decisiones de gravísimas consecuencias sin ni tan siquiera dar al VAR la oportunidad de corroborar o corregir. Una pequeña nota al margen: la actitud de Gil Manzano durante todo el partido ya fue muy sospechosa. Por ejemplo: el mismo tipo de falta y el jugador del RCDE se lleva la falta y la amarilla y, en cambio, el Valencia ni tan siquiera es falta.
La cosa se puso curiosa cuando Gil Manzano se tomó su tiempo para confirmar el primer gol de César Montes pero, por el contrario, ante lo que era el 1-3 actuó de oficio y sin dejar margen a la consulta tomó una decisión a casi 15 metros de distancia.
Tampoco quiso acudir al VAR para aclarar el penalty a Martin. Esa acción en el área, en el minuto 92, en un partido en la que los dos equipos se juegan la permanencia, no fue ni consultada. La prueba del algodón: esa acción en el centro del campo hubiera sido falta y tarjeta amarilla tirando a naranja. En el área del Valencia fue un jueguen, jueguen; aquí no ha pasado nada.
El súmmum llegó con la falta a Braitwhaite en el centro del campo que dio paso al gol del empate valencianista.
Independientemente de si la jugada estuvo mal defendida -que lo estuvo- es necesario recordar que hace unas semanas precisamente le anularon un gol al RCDE porque, desde el VAR, se advirtió que esa jugada había nacido con una falta previa. Aquí, otra vez, Gil Manzano no permitió que el VAR valorará si había sido falta. Dijo “jueguen, juegen” y dio validez al gol.
Esa disparidad de criterios -esa arbitrariedad caprichosa en función de quien sea el juez- deja en indefensión a los equipos más pequeños porque, como ya se ha podido comprobar, si tu escudo es blanco o blaugrana la vara de medir es totalmente distinta.
El RCDE ha disputado una temporada catastrófica en la que Chen, Mao, Catoira, Alegre y Ariza -con la colaboración de floreros sospechosos como La Curva o la FCPE- ha aprovechado para terminar de demoler la imagen y prestigio del club. Gracias a su administración desleal han dejado en bandeja de plata la oportunidad para que otros -llámense CTA, inversores con intereses en el FCB y en MediaPro- descerrajen el tiro de gracia.
Y así ha sido: en bandeja de plata.
Y así estamos a 28 de mayo: en 2ª por segunda vez en tres años, ninguneados por la prensa catalana, maltratados por nuestra directiva, menospreciados institucionalmente y, esto es lo peor, viendo como nuestros hijos son objeto de burla, mofa y escarnio por el mero hecho de ser del RCDE.
Tota la raó. És una operació orquestrada i no ho podem permetre, cal fer accions contundents, no violentes però definitives. Qui pren el lideratge?
Así es D. Jordi, lo que era un club de fútbol propiedad de sus socios es ahora una sociedad anónima propiedad de los accionistas.
Y estos, en virtud de la libertad que les otorga la ley mercantil de un país libre, elegirán lo mejor para ellos, no para el club.
El RCDE es ya una carcasa vacía, que sólo mantiene el nombre y el escudo de lo que fue en su momento uno de los clubes más prestigiosos de España.
Lo expuesto, totalmente cierto y en consonancia con lo que pienso. Es una ocasión única para hacernos oir los socios y todos los pericos ( también todo el plantel de jugadores deberían actuar en consecuencia de una manera rotunda). Este domingo hay que manifestarse, hacer algo que traspase fronteras.
Brutal!!!
Completament d’acord amb tot l’article, però tinc un dubte: dius que l’àrbitre no consulta el VAR; no és el VAR qui ha d’avisar l’àrbitre de les jugades subjectes a revisió?