Rcde, el retorno.

Como son las cosas. Tengo un grupo de amigos con los que comparto además de un curioso grupo de whatsapp, cierto tipo de cinefilia. No son espectadores del mas sesudo cine de autor, quizá todo lo contrario y digo quizá porqué sus conocimientos cinematográficos no son menos que los del cualquier gafapasta asiduo a la Filmoteca con los dedos en la sien y ojos achinados viendo cualquier película. Son fervientes seguidores del cine de genero, entusiastas y también coleccionistas, alguno de ellos además muy reputados en el mundillo.

Pues bien, en este grupo, servidor ejerce de contraposición a esta actitud entusiasta al encontrarme en medio de entre estos dos mundos ya que disfruto igual con un Godard que viendo Campamento Sangriento, soy consciente del cine con el que crecí y siempre defiendo a ultranza la cultura de videoclub.

Y en este propio grupo de whats de tanto en tanto se abre un debate que a veces resulta acalorado y saltan algunas chispas.

Me explico, cuando se estrena un remake o la enésima parte de cualquier película de éxito yo me pregunto si de verdad hacía falta llevar a cabo tal producción, la respuesta siempre es NO, claro. Soy de los que sufren al ver a ciertos personajes y mitos que acaban desdibujados después de muchas y malas entregas ( se viene otro Halloween, sic)

Y estos amigos mios, en cada estreno de este tipo de pelis acuden de manera fiel con una actitud muy entregada, algo que me cuesta entender (me hago mayor) y es entonces cuando se abre el debate donde yo defiendo la instrascendencia, lo innecesario de estas pelis y ellos me rebaten con una máxima con la que puedes estar o no de acuerdo pero en el fondo no les falta razón:

Argumentan que sea jodida o no la peli, siempre es positivo que hagan partes y remakes porqué ello hace que el personaje o el fenómeno siga vivo, algo inapelable la verdad. Lo disfrutan y bien que hacen.

¿Porqué cuento esta mierda? Pues porqué pienso que quizá se trata de la misma actitud que debiéramos que tener ante la victoria de ayer del Rcde frente al Alavés después de otro churro de partido.

Nos tragamos otra cosa extraña (van muchas eh) con fases muy diversas, goles anulados, pocas ideas, uuuys, fallos clamorosos y el acojone® marca de la casa. Rcde, el retorno amics.

Pero tres punticos bien majos oiga. La misma actitud pragmática de mis colegas entusiastas del fantástico.

Muchos tuvimos después del partido la misma sensación o pensamiento que plasmó Francesc Via en un tuit, «pixarem sang» rezaba, oh i tant, me atrevo a decir que en el próximo Festival de Sitges no veremos algo tan terrorífico como la temporada que nos espera a los pericos, ojalá ojalá ojalá ojalá me equivoque.

Aun así y tirando del optimismo contagioso (o convincente) del amigo Meca, si alguien me dice que llegaremos a los 42 puntos a base de partidos como el de ayer, firmo con mi sangre, la de una virgen, sacrifico unos bueyes y voy en busca de las runas sagradas si hace falta.

Y por supuesto acudiré con el mismo espíritu pragmático de mis amiguetes a ver el espectáculo del Rcde, el retorno de la misma manera que íbamos en nuestra juventud a ver todas las entregas de Loca Academia de Policia y Pesadilla en Elm Street año tras año, verano tras verano, bazofia tras bazofia.

Y ya para acabar un ultimo deseo, que el equipo juegue algún año, algún partido, como los alternatiusrcde-indiespericos realizamos las previas.

Que manera de tocarla, que forma de divertirse. Sois lo mejor, carajo.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *