Dos mil veinti…

Me fascina la creencia que al finalizar un año y entrar en uno nuevo todo va a ser distinto. Lo digo en serio, me alucina, es maravilloso.

La entrada del año nuevo son los reyes magos de los adultos, aunque sepamos que es algo imposible e increíble nos agarramos a ello, las doce uvas son nuestra carta a las reyes, no te vayas a dejar una que te deparará un mal año.

Es algo mágico, pensamos ( yo el primero) que al cambiar de año todo va a ser distinto. En cuestión de minutos todo lo malo que ha pasado en el año anterior va ir retrocediendo.

Creemos, por ejemplo, que el maldito virus va a dejar de golpear por arte de birlibirloque, ya sea por la mutación del propio virus o porque los gobiernos de la noche a la mañana van a hacer bien su tarea, cosa que me parece hasta mas improbable que lo primero.

Queremos pensar que de un día para otro la gente avariciosa y ruin que se han aprovechado de la pandemia para ahorrarse salarios, van a cambiar de forma mágica convirtiéndose en mejores personas impidiendo así que el primer lunes del año miles de personas se lo pasen al sol, que empresas sin alma sigan reclamando recibos a gente vulnerable amenazándoles además con cortes de suministros esenciales.

Si nos vamos al futbol, es como pensar que por alguna razón milagrosa los responsables de VAR van a ser gente preparada para el cargo y no los mismos impresentables que han llevado el arbitraje de forma lamentable desde hace ni sabe.

O que incluso el máximo dirigente de la mejor peor liga del mundo deje de ser un fascista trasnochado y en su lugar sea alguien con formación y la visión suficiente como para recuperar el campeonato de una vez por todas.

También nos gusta pensar ( al menos a mi ) que en este año nuevo en el que hemos entrado (o nos han metido) nuestro entrenador va a ser valiente de una vez de una vez por todas dándose cuenta que en este Rcde tiene una plantilla a su cargo como para sentenciar la mayoría de partidos en la primera parte ( he dicho la mayoría, no todos) y así no depender de decisiones arbitrales esperpénticas y bochornosas como las sufridas en Las Palmas.

Los propios jugadores por fin verán que en esta Liga Smartbank o como se llame, la segunda de toda la vida vaya, hay que meter la pierna y correr como cabrones, no les funcionó el ir de figurines el año pasado y este año mucho menos.

Y Chen verá por fin que Rufete…ah no, que los chinos no celebran el año nuevo hasta febrero.

Me fascina, en serio, ¡como somos los seres humanos!. Cambiamos de año y pensamos que todo será diferente, quizá los de The Potkast hagamos este 2021 por fin un programa digno, servidor hará un cortometraje que lo vean mas de 100 personas, o incluso puede que salga algo interesante en el panorama musical nacional, ¡que se yo!

En fin, feliz año veinti…loquesea.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *